El ingeniero industrial israelí Izhar Gafni, especializado en líneas de producción automatizadas en masa, tuvo una idea un tanto original, diseñar y construir una bicicleta de alta durabilidad realizada en su mayor parte por un material bastante simple y muy común: el cartón.
El cartón, hecho de pulpa de madera, fue inventado en el siglo XIX como un embalaje resistente para transportar objetos frágiles o valiosos. Sin embargo, pocas veces ha sido considerado como un material ideal para fabricar cosas que, por lo general, suelen estar construidas con materiales más fuertes como es el metal en el caso de las bicicletas.
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Una vez que las piezas de cartón han sido de forma individual cortadas y ensambladas, son tratadas con una mezcla secreta compuesta de materiales orgánicos para darle su impermeabilidad y cualidades ignífugas. En la etapa final, se recubre con pintura de laca para darle el aspecto definitivo.
La bicicleta no incluye partes metálicas, incluso el mecanismo de freno, la rueda y los pedales se hacen de materiales reciclados, aunque Izhar Gafni, comenta que aún no puede revelar mayores detalles debido a asuntos relacionados con patentes pendientes de conceder.
Estas bicicletas no sólo son muy baratas de hacer (podrían venderse a un precio final de 15€), sino que además son muy ligeras y no necesitan ser ajustadas o reparadas. Además, los neumáticos sólidos están hechos de caucho reconstituido a partir de neumáticos viejos que son inmunes a los pinchazos al no contener cámara de aire.
Una bicicleta de cartón de tamaño completo alcanzaría un peso cercano a los 9 Kg, en comparación con una bicicleta de metal promedio, que cuenta con alrededor de 14 Kg de peso. Sin duda todo un punto a favor, sobre todo en países de África, donde se espera poder implantar este tipo de transporte asequible hacia la población según palabras de Izhar Gafni.
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