viernes, 26 de octubre de 2012

TOMAR DECISIONES CON SEGURIDAD COMO INGENIERO



A lo largo de nuestra vida tomamos decisiones que nos van definiendo como personas en nuestras relaciones tanto personales como profesionales. Libremente elegimos las decisiones que consideramos más acertadas en cada momento de la vida. A veces la inseguridad que nos invade puede hacer que no tomemos las decisiones adecuadas para afrontar las responsabilidades que deberíamos asumir ya sea laboral o personalmente.
Los ingenieros se enfrentan en su día a día a retos inimaginables y consideran la toma de decisiones como su principal trabajo, ya que de forma continua, van seleccionando qué hacer, cómo hacerlo, cuando hacerlo, donde hacerlo y quien será la persona adecuada para llevarlo a cabo. Están casi de forma constante tomando decisiones que pueden influir y afectar tanto positiva como negativamente en las situaciones profesionales en las que se encuentren inmersos.

Por ello, el hecho de que puedas elegir la forma en la que te vas a enfrentar a las diferentes situaciones, aunque sean difíciles, hará que salgas fortalecido, creciendo como persona y sintiéndote más feliz.
En cada decisión que se toma hay que ser consciente que han de eliminarse otras posibles opciones y no pensar en aquello que no hemos elegido; para que así podamos disfrutar del presente que se abre, y aumentar nuestro bienestar, centrarnos en los aspectos positivos de cada decisión que tomemos

Decisiones en los ingenieros

Los principales pasos en la toma de decisiones serían:
  • Determinar racionalmente hacia donde queremos ir, ya que es la mejor herramienta para tomar una decisión, haciéndonos ver que a priori es la mejor decisión para resolver un problema.
  • Pensar qué queremos conseguir, que nos importa realmente para sentirnos bien y poner todos los medios para lograrlo.
  • Ser conscientes de que nunca sabremos todas las repercusiones futuras de las decisiones que adoptemos en el presente, pero no debe ser un obstáculo, ni un freno para actuar.
Cuando tomamos decisiones debemos hacerlo desde la flexibilidad y el convencimiento de que podemos enriquecernos con experiencias nuevas, si queremos crecer tendremos que adaptarnos y abrirnos a los posibles cambios que puedan venir. Además la mayoría de las decisiones que se puedan tomar no tienen porqué ser irreversibles, siempre podemos equivocarnos, volver atrás o tomar otra opción diferente y aprender de la experiencia en el mejor de los casos.
Los pasos claves en la toma de decisiones son:
1.- Especificar el problema.
Identificar la situación o situaciones que constituyen el problema. Conviene concretar la situación que queremos resolver. Por ejemplo, falta de tiempo para la entrega de un proyecto de un ingeniero. Definir mal el problema sería decir: ”No tengo tiempo”.
2.- Describir detenidamente la respuesta que doy al problema.
Se podrían contestar a estas preguntas para llevar a cabo estos dos pasos:
  • Perfil del problema: Situación problemática: quién está implicado, qué sucede, donde, cuando, como y porque sucede.
  • Perfil de respuesta: donde lo hago, como lo hago, que quiero, cuando lo hago.
Ejemplo:
  • Perfil del problema:
  • Situación problemática: Un ingeniero es contratado recientemente por una importante consultora y le falta tiempo para la entrega de un proyecto.
  • ¿Quién está implicado?. Carlos (Ingeniero) y el jefe de proyectos.
  • ¿Qué sucede?. Ante una importante decisión que afecta a la continuidad del proyecto, cuenta con escaso tiempo para terminarlo en el tiempo estipulado. Siendo su primer trabajo se siente aún más presionado ya que es una persona muy responsable.
  • ¿Dónde sucede?. En Madrid.
  • ¿Por qué sucede?. Porque los jefes más inmediatos le exigen que el proyecto se entregue lo antes posible.
  • Perfil de respuesta: Planificar mi tiempo para darle prioridad a ciertas tareas relacionadas con ése proyecto antes que a otras, delegar tareas con algunos compañeros de trabajo hasta que finalice el proyecto, trabajar el control de las emociones negativas y de presión, para superar el miedo, la angustia…que puedan aparecer y manejar bien las interrupciones que puedan surgir en el ámbito laboral.
  • ¿Dónde lo hago?. En el trabajo cuando tenga que enfrentarme a tales situaciones.
  • ¿Cuándo lo hago?. Todos los días, durante mi jornada laboral.
  • ¿Cómo me siento?. Inseguro y desconfiado.
  • ¿Qué quiero?. Afrontar la falta de tiempo para la entrega del proyecto y poder entregarlo a tiempo.
3.- Elaborar una lista de alternativas de solución.
Consiste en buscar el mayor número de alternativas posibles.
Cuanta más cantidad mejor, es decir cuántas más soluciones más probabilidad de encontrar una que resuelva el problema. No hacer críticas, ni juzgarlas como buenas o malas. Combinar y mejorar para revisar la lista que hemos producido y ver si es posible mejorarlas.
Por ejemplo, “pedir ayuda a mis compañeros de trabajo para que pueda delegar ciertas funciones en ellos mientras dure el proyecto, así podría dedicar más tiempo al mismo”. “Planificar bien mis tareas durante la jornada de trabajo, priorizando las más importantes”,  “gestionar el control de mis emociones de angustia o miedo con técnicas de respiración y relajación para vencer el miedo a la presión del tiempo”, etc.

4.- Valorar las consecuencias positivas y negativas, tanto a largo plazo como a corto plazo.
En éste punto conviene analizar todas las alternativas que hemos producido en el apartado anterior y evaluar los beneficios y los inconvenientes a corto y largo plazo. Así, veremos si las distintas alternativas van a dar solución a nuestro problema.
5.- Poner en práctica y verificar la solución.
Ésta es la parte más difícil, ya que hay que llevar a la práctica las decisiones tomadas.
Lo primero que habrá que hacer, será elegir una de las alternativas de entre todas las expuestas. Para ello, habrá que escoger las que sean más beneficiosas. A la hora de elegir entre la alternativa más idónea, se debe de tener en cuenta el orden de prioridades de la persona, debido a que mientras unas personas elegirán las prioridades que tengan beneficios a corto plazo, otras elegirán los que tengan beneficios a largo plazo.
Una vez hecho todo esto, habrá que evaluar su eficacia para resolver el problema. Finalmente, si la alternativa resuelve el problema, el proceso de toma de decisiones termina; si no lo resuelve, habrá que poner en práctica otra de las alternativas planteadas anteriormente.
Esta es la parte más importante de la estrategia de toma de decisiones: tener previstos distintos planes de acción, y en caso necesario, llevarlos a la práctica.
No debes olvidar que el pensamiento es el principal aliado para resolver problemas, así que, alíate con él y ponlo a tu favor en cualquier decisión que tomes.

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