
El 51% estudia en Ues privadas y otro 21,5%, en entidades privadas que dependen del Estado.
La mitad de la matrícula universitaria y casi toda la técnica (91,7%) estudia en instituciones privadas en Chile, lo que convierte al país como el tercero con más cobertura particular en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde).
Los países que anteceden a Chile son Corea y Japón, donde tres cuartas partes de la matrícula universitaria están en entidades privadas. En cambio, en promedio en la Ocde el número llega sólo a 15%, según el reporte publicado ayer por el organismo internacional y en el que da cuenta del estado de la educación entre los países miembros.
Otro 21,5% de la matrícula universitaria está en planteles privados que dependen del Estado, como las universidades católicas, mientras que el 27,5% estudia en planteles públicos. A nivel técnico, sólo el 5,6% de la matrícula está en manos públicas.
En la misma línea, el gasto privado en educación superior en Chile sigue siendo el más alto de los 34 países que componen el organismo, pese a que bajó en comparación con 2005, fecha del anterior reporte. Ese año, el 85% del gasto venía del sector privado. Para 2009, la cifra llegó al 76,6%, aunque aún bastante lejos del promedio de la Ocde (30%).
A nivel escolar, la fuente privada de financiamiento de la educación primaria y secundaria también es alta en Chile en comparación con otros países (21,8% versus el 8,8% promedio de la Ocde). Sin embargo, es más baja que en educación terciaria. Según el organismo internacional, los altos retornos de la educación superior, como los mayores sueldos que reciben quienes acceden a ellas, sugieren que una “mayor contribución de los costos de la educación por parte de privados puede estar justificada”.
Gasto en educación
“En los últimos 30 años, la expansión de la educación ha sido en el sector privado. Como no ha habido cambios estructurales en el financiamiento, es esperable que cualquier aumento en el gasto sea privado”, dice el académico de la UDP, Felipe Salazar.
Esto explica que gran parte del gasto en educación terciaria esté en manos privadas. Sólo el 18% del gasto per cápita es público. “Casi todos los institutos son privados y ninguno tiene financiamiento estatal. Y ahí están los alumnos más pobres”, dice Andrés Bernasconi, de la UC.
¿Cuáles son las fuentes de financiamiento? La principal: las familias. El 68% corre por cuenta de los hogares, siendo Chile la nación con la cifra más alta. Le sigue Reino Unido, donde el 58% del gasto viene directamente de los bolsillos de los hogares. En cambio, en Francia, por ejemplo, las familias sólo aportan el 9,7% del total de recursos para educación superior.
Sin embargo, el organismo reconoce que el país ha hecho un esfuerzo por aumentar el apoyo a los estudiantes. Más de un tercio de los recursos (35%) va a ayudas estudiantiles al alumno, como becas o créditos y otro 15% se destina a dineros para los estudiantes, pero que van directo a los planteles. Chile es el tercer país que entrega más recursos, en proporción, a los privados (42%), tras el Reino Unido y Nueva Zelanda. En total, el 0,42% del PIB va hacia allá.
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